Los metales y minerales están naturalmente presentes en el agua, el suelo y los organismos vivos, desempeñando un papel clave en múltiples procesos biológicos.
Sin embargo, no todos los elementos cumplen una función biológica beneficiosa. Elementos como el plomo, mercurio, cadmio y arsénico son altamente tóxicos.
Debido a sus efectos perjudiciales para la salud, estos metales pesados están sujetos a regulaciones estrictas en normativas internacionales y legislaciones nacionales.
En el área disponemos de un equipo ICP-MS, un instrumento analítico de gran sensibilidad y precisión, que en ciertos casos nos permite cuantificar metales en concentraciones de partes por trillón, especialmente cuando se trata de metales pesados altamente tóxicos.